Pasaron casi 40 años

Era por el 19 y pico, plena dictadura en el Paisito, los dos cursaban preparatorios de Derecho, el sería escribano sin lugar a dudas, ella tenía mas dudas que certezas porque siempre quiso hacer demasiadas cosas, no lograba que le gustara una sola, pero lo que si le gustaba era conversar y a él ni te cuento, se sentaban en el Sorocabana, dos niñitos de 17 y 18 años, y escuchaban mas, que hablaban, a los grandes; Mario Benedeti, Eduardo Galeano y muchos otros. Ellos hablaban del futuro, de cuando fuera escribano, y ella ya estaba decidida, la educación era el camino, pero podían pasar horas y horas conversando, tan bien se sentían.....

La vida, el destino, el libre albedrío o como se llame, los alejo, tal vez fue escribano y ella seguramente docente, de las de pizarrón y tizas, de mimeógrafo u otro aparatito que no recuerdo como se llamaba,que sacaba copias, pero que había que derretirlo cada vez, para borrar lo anterior, luego se picaba una matriz con un carbón azulado y se la ponía con la cara hacia abajo y se esperaba, la tinta se transfería y salían luego las copias.

En aquellos días no habia computadora y él estudio duro y escribió en la Reminton, herencia del abuelo, pero su pasión secreta siempre fue el campo, y luego de unos años de ejercer la profesión, se puso las botas y la bombacha y se fue a trabajar, cuentan que tuvo grandes amores, pero nunca logro olvidar el olor del cafe del Sorocabana.

Ella trabajo mucho, demasiado impulsiva en todo, se cargo cuantas mochilas encontró por el camino y llevo marido, hijos, casa, trabajo e ainda mais a cuestas.

Y en un cerrar y abrir de ojos habían pasado casi 40 años, como pudo ser??? Como no se dieron cuenta?, peinaban muchas canas los dos, ella las disimulaba, el las mostraba con ese orgullo de la vida plena.

Y de la Remington pasamos a la compu y sin saber como ni cuando el la encontro en una red social, y ahora toman cafe y charlan en la compu del Sorocabana.

Elizabeth la Contadora de Cuentos